¡Feliz año nuevo! Y como dice el dicho: ''año nuevo, vida nueva'' y de la mano de esta frase siempre van los propósitos que queremos cumplir en el año en el que nos adentramos. Este año tenemos que proponernos ahorrar más, sobre todo porque empezamos el año con la famosa ''cuesta de enero''.
En la entrada de hoy hablaremos sobre cómo evitar, o subir más relajadamente, la cuesta de enero.
Un factor muy determinante sobre cuanto nos vamos a tener que ajustar es lo que hayamos gastado en diciembre. Te puedes dar un capricho, no estás esclavizado, pero debes utilizar el dinero inteligentemente.
El principal consejo que os dejo es que os hagáis una planificación de lo que ingresas y lo que gastas, y los gastos clasifícalos en los que pagas todos los meses (como la hipoteca, alimentación, la gasolina...) y en gastos menores (ropa, libros, regalos...) y calcula la diferencia entre lo que ingresas y lo que gastas. Si la diferencia es negativa, es hora de poner en práctica todos los consejos que el ahorrador inteligente ha publicado el año pasado. Un error de muchas familias españolas es poner a mucha temperatura el aire acondicionado o se dejan encendidos a todas horas los radiadores de la casa. También para mantener la temperatura de tu casa y evitar encender la calefacción debes mantener las ventanas cerradas y que éstas sean aislantes.
Si la diferencia entre ingresos y gastos es positiva estás de enhorabuena. Puedes decidir si ahorrarlo para cuando vengan las vacas flacas, o aprovechar las rebajas. La opción más sabia sería ahorrar una parte, y la otra gastarla aprovechando las rebajas, así también contribuyes a que se reactive la economía de tu barrio.
Consejos
- Aprovecha las rebajas, pero no abuses de ellas. Si vas a las tiendas outlet tendrás doble descuento.
- Paga en efectivo, así que cuando no te queden más monedas o billetes sabrás que has llegado al tope de lo que puedes gastar.
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